Hace unos días salí de casa
con la sola idea de comprar unas herramientas que necesitaba para pasar el
tiempo, que como no tengo nada que hacer pues me puedo dedicar hacer
chapucillas. Me llegué hacia unos grandes almacenes donde nada más entrar me
encuentro con grandes cantidades de ropa de toda clase, subiendo me también toda clase de cacharros para la casa, a
continuación móviles, ordenadores y demás y por fin llego a la planta donde se
expone toda clase de ferretería. Como me gusta tanto todo lo referente a
máquinas y herramientas, estaba tan entretenido mirando un taladro cuando oí
cerca de mí un móvil “rrriiiiin rriiiin”, es de una señora muy bien arreglada,
con su abrigo de piel y una bufanda que la llegaba a la rodilla , y que está en
la estantería de al lado mirando algo relacionado con baños. “ Rrriiiin”, la
señora coge su bolso, mete la mano hasta el fondo, “rrriiin”
revuelve, baja el bolso del
hombro, se pone muy nerviosa viendo que yo me estaba enterando de la llamada de
su móvil, aunque yo me hacía el loco, “rrriiin” revuelve
con fuerza como queriendo sacar el artefacto en el mínimo tiempo, “ rriiin”
saca un peine, un pañito, dos bolis “ rriiin” , tres tarritos pinta uñas y
en un afán por encontrar tan moderno,
útil y semejante e inoportuno aparato “ rrriiiin” cierra cremallera y suelta la
del otro lado; “rrriiiin” saca una pequeña cartera , “rriiin” mete la mano
hasta el fondo y saca un llavero, una navajita, una libreta o agenda, “ rriiiin”
dos anillos con pedruscos (no sé si serían buenos o de chatarra, no entiendo) ”rriiin”
yo haciéndome el sueco y mirando con mucho disimulo, “ rriiin” cogiendo el
taladro y haciendo que lo miraba.
Aquella mujer se volvía loca
para encontrar su móvil , tira de una pestaña que tiene velcro y se siente como
el rasgar de una tela “raaaaaas”, y saca un pintalabios, “rriiiin”, un rotulador y unos botones de los cuales uno
se la cae al suelo y se va rodando casi hasta donde yo estoy mirando mis
herramientas. El móvil ya no suena, cojo el botón y me dirijo hacia la señora.
Al acercarme , ella, un poco roja, se
sonríe y dice: “son tantas las cosas que
metemos en semejante baúl, que estoy tratando de encontrar el móvil y ahora que
ya no da llamada aparece”. Tratando de consolar aquella mujer la digo: “ no se
preocupe , no pase mal rato, dentro de unos minutos sus nervios se sentaran ,y
usted seguirá su camino como si no
hubiera pasado nada, si es urgente ya volverá a llamar, en este mundo
siempre nos pasa igual , cuándo no queremos una cosa se nos presenta, y por el contrario
cuando tratamos de buscar algún sitio o hueco donde podamos hacer lo que
llevamos en la mente no lo encontramos”.
Pude observar que la señora
era agradable y simpática, nada que ver con esas mujeres que cuando les pasa
esto mismo se ponen rojas y te pegan una mirada que talmente parece que se va a
caer el cielo, y que ves en ellas esa cara de desprecio y rabia que talmente
como decía un amigo mío parece que se lo están repelando. Aprovechando su
simpatía y un poco en plan de broma la pregunté: “ ¿puedo hacerla una sugerencia?.”
“ Por supuesto”, contestó la señora con una sonrisa en sus labios, “- A su
bolso solo le falta agua caliente y fría, porque ya casi lleva de todo, y si se
hace caso de mí y sin intención de ofender o molestar igual que lleva usted la
cadena o cordón en las gafas póngale uno también a su móvil y así no le dará
esos malos ratos, pero tenga cuidado no sea que al tirar de la cuerda vaya a
sacar todo ese material que lleva dentro”.
La señora soltó una fuerte risa y me dijo: ”gracias por todo, lo tendré
en cuenta, no sabe lo que agradezco su ayuda en este momento de nervios, hasta
luego muchas gracias y muy amable “.
EL MOLI
REMEMORANDO ANTAÑO
Ahora que todo el mundo está
pendiente del móvil y viendo que ya es un invento con tantas revoluciones me
pregunto ¿Cuándo un rayo destruirá los inventos que vuelan sobre nosotros para
que estos no funcionen ? solamente por una semana, para ver si todas las gentes son capaces de aguantar lo que
nosotros sufrimos con el teléfono ,teníamos que llegar a un pueblo o ciudad
para poder hablar y comunicarnos, hoy los móviles aparte de servir para las
comunicaciones y el diálogo casi solo sirven para el desprecio o el insulto. Y aparte de todo lo bueno que tienen, también sirven para todo lo malo y
rastrero que uno se pueda imaginar.
¡Qué mal uso hacen del
utensilio mejor fabricado para la buena convivencia de la humanidad!, y digo hacen, porque tengo muchos
años, y no se usar este magnífico invento, y me da envidia de algunas cosas que
tiene pero me da asco, rabia y vergüenza de lo mal que algunas veces se usa.
¿SERÁ PARA BIEN DE
TODOS ESTE INVENTO?
EL MOLI
Estoy enganchada a tus historias ya. Yo las leo desde el movil, así que en este momento es un gran invento
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